06/06/2008



Un grito en la oscuridad reclamando su lugar...
Oídos ciegos ante mi presencia, escapa el NIÑO en mí hacia un lugar neutral. Ahogas tus palabras en tu INGENUIDAD.
Mi ser no quiere estar mas acá, no quiere tener qe elegir.
¿Siempre tendrás esos labios? Ecos en mis oídos, murmullos de días pasados qe aun no me abandonan, y si no me atrevo a mirarte es por miedo a irme ya nunca. “lamento ser quien tus sospechas”.
DARLING busquemos acilo en un “hostal” te quiero tanto qe no me atrevo a salir del tedio.
FRACASEMOS donde nadie lo ha hecho, y deja escapar a la esposa del oficial. Lamento ser tu chico tan “sub-real”.
Extrañas convicciones psico-maniacas qe encuentran lugar en tu normal mundo, extraña PRINCESA de tiara de papel. Y el recuerdo furioso. Solo eran niños cuando se dieron su primer beso, a pesar del tiempo el recuerdo es exacto fue en su cumpleaños de 7.


A mi Luna

Se termina por escapar la LUNA de su maldición. Ahora todos esperan ver a la mujer qe solías ser. Y susurran a mi oído aquel nombre prohibido desde el otoño. Es tan magistral.
Su luz me absorbe, busca en mi algo qe dice yo le mostré. Y la LUNA enmudeció aquel grito infinito de explicarte al oído lo qe sos para mi. Seguramente no fuese el momento cual otra explicación, entre nudos en mi garganta y lunares en mi cuello.
Quiero creer qe todo da igual. Pero aun así no me resigno a creer qe no somos el uno para el otro.





Quiero saber de quien es mi pasado. Necesito al menos saber el color de sus ojos algo qe me ayude a reconocerla.

- Tanto tiempo. ¿Como estas?- dijo el amanecer.
- Muy bien – respondió el viajero.

Guardara algún recuerdo el AMANECER. Volverá tal como lo prometió. Me divierte saber qe en los próximos 10 años tendré muchas citas. Consuelo o un simple engaño a un joven corazón qe se esfuerza por no perder su sonrisa.
Debo reconocer qe verla hizo volver algún qe otro recuerdo porque sigue igual, nada la altera, nada la rompe...
Llegado el momento abrazare a la LUNA nuevamente o me dejare arrastra por las mañanas y junto a ese tibio SOL llegar al OCASO.