La Habitacion.-

lunes, 13 de octubre de 2008

No entendía qe pasaba, de nuevo estaba en aquella habitación de la cual habia logrado escapar meses atrás.
¿Por qué? Si la noche anterior me había quedado a dormir en casa de mi hermano. Al principio pensé qe solo era un sueño y pronto despertaría.
Paso el tiempo y empecé a ver como las cosas qe estaban deterioradas por los años se construían nuevamente –olvide decir qe en esta habitación el tiempo se mide de otra forma y todo lo qe no posee alma se deteriora fácilmente- cuando resigne la idea del sueño empecé a caminar por la habitación, desde el primer momento qe me vi dentro note qe había un puerta qe la ultima vez no estaba. Al principio la ignore, obvio qe por miedo.
Dejando de lado la puerta todo estaba como antes, la cama con su cubre cama azul y flecos verde, sobre ella tres almohadones, dos mesas de luz, con veladores qe daban mas miedo qe aquella puerta. En una de las paredes había un biblioteca con libros en un idioma qe no conocía, lo único en español era una Biblia, pero no la qe recomienda la iglesia católica, si no una de las qe regalan los testigos de Jehová. En otra pared estaba un escritorio con hojas, lápices y un juego de ajedrez.
La ultima vez qe estuve en esa habitación logre salir después de hacer un trato con un mago -qe pasaba todos los días a las 3 a.m. por la única ventana qe daba a una especie de jardín interior- al cual le cambie un medallón qe había hecho un tío mió cuando estuvo en la cárcel y el cual había heredado de mi abuela. A cambio el logro sacarme de esa habitación, pero antes de salir dijo: - recuerda qe si vuelves a entrar no podrás salir.
Tendría qe aconsejarte pero tu preferiste comprarme así qe ten cuidado. Cuando estés de nuevo a fuera piensa qe te hizo llegar aquí en su principio. Cosa qe nunca hice, al salir de allí pensé qe si había podido salir una vez si entraba de nuevo de la misma forma iba a salir.
Pasaron días y seguía sin abrir la puerta, en esos das me había puesto a escribir cartas de arrepentimiento pensando qe ese seria mi error y por ello había vuelto. Peo como seguí allí al tiempo cese. Como ultimo remedio me había puesto a leer la Biblia, cosa qe deje al poco tiempo ya qe no veía sentido y no quería caer en la desesperación y tomarlo como ultimo recurso.
Dos veces al día una chica con ropa de mucama me traía comida, de mas esta decir qe de la misma forma qe aparecía desaparecía.
Llevaba 357 amaneceres- contados con el tiempo de la habitación- cuando tome valor y abrí la puerta. Era la misma habitación solo qe en ella estaba encerrada una chica. Me miro y dijo: - pensé qe nunca ibas abrir la puerta. Le dije qe porque no la había abierto ella.
Ya la abrí una vez para qe pudieras salir.
Fue cuando vi en su cuello mi medallón.
¿Tú eras aquel mago?
Si contesto cortante.
Pensaba qe si te permitía irte aprenderías de tus errores y nuca mas te vería. Nunca espere qe esa puerta volviera abrirse. A mi se me dio la oportunidad de invitarte a mi mundo, aquí nadie nos molestaría, pero tu solo estaba preocupado por volver. Entonces solo la rechacé e hice aquel trato contigo.
Pero ahora as vuelto por la misma razón qe la primera. ¿Sabes cual es?
Vos conteste.
 
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